Debido a la muerte y tala de muchas palmas de cera en Roncesvalles, ubicadas en el Tolima las poblaciones del loro orejiamarillo que anida en ellas, ha crecido significativamente dando color a estos ecosistemas.

Paul Salaman se dio a la tarea de salvar al loro orejiamarillo. Creó la fundación ProAves, escogió al loro como su símbolo y su caballo de batalla y lanzó el Proyecto Loro Orejiamarillo, en Roncesvalles, Tolima, con el apoyo económico de organizaciones conservacionistas de España, Alemania y Estados Unidos. El objetivo era aumentar la población de loros en Roncesvalles, donde poco antes se había documentado la presencia de 81 de ellos, para rescatar a esta especie de las garras de la extinción.

en 2016 crucé algunos mensajes sobre la muerte de las palmas con Eric Boa, el fitopatólogo inglés que estudió brevemente el asunto en 1999, me dijo que durante su visita había oído la teoría de que las palmas estaban siendo envenenadas, algo a lo que entonces no le prestó ninguna atención de allí surgió y creció la población de estas especies.

 Tomado de: El Espectador

Editado por: Nickole Gomez

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