Aunque la implementación de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sus 169 metas parece marchar en el papel, al país le queda una deuda histórica: llegar hasta todos sus rincones.

“Si uno se pone a pensar que tiene que trabajar por el clima, por la estabilidad económica del mundo. Que tiene que reducir la pobreza, velar por la salud de los océanos y garantizar una sociedad justa y en paz, la agenda mundial se vuelve tan amplia y compleja que es sumamente difícil llevarla a la práctica”. Así arrancó Felipe Castro su intervención dentro del Encuentro BIBO 2017, Colombia en camino a los ODS, que tuvo lugar hace un mes en Bogotá.

Castro fue el encargado del Gobierno para contar cómo el país está implementando los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sus 169 metas, cuáles son los indicadores listos y cuáles son los retos que enfrenta la Comisión Interinstitucional de ODS, donde él es el secretario técnico, en representación del Departamento de Planeación Nacional(DNP).

Ese mismo reporte será presentado en Nueva York dentro de ocho meses. En el Foro Político de Alto Nivel, una plataforma anual de Naciones Unidas, donde los países comparten experiencias de manera voluntaria. Para esa ocasión el tema de los 47 países confirmados, además de Colombia, será Transformación hacia sociedades sostenibles y resilientes. El agua potable, las energías renovables, la producción y el consumo sostenible y la fauna y flora terrestre serán los protagonistas.

Y en esa línea, las cosas pintan bien. Tenemos cuatro indicadores para saber cuáles metas le corresponden al país, cuáles involucran más a las naciones desarrolladas, cuánta plata se debe invertir en ellas y en cuáles falta información para saber si hemos avanzado o no. Esos datos, obra del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), hacen parte de un sistema y un plan estadístico nacional. Donde, según su director Mauricio Perfetti, “está la información que se requiere para saber cuántos objetivos hemos puesto en práctica”.

El problema ahora es que el país, que había sido pionero en el diseño de esta apuesta mundial, frenó su impulso. De acuerdo con Castro, “nosotros no estamos llevando la agenda mundial a todos los territorios de manera activa, en comparación con otros países”.

Ahí radica un sinfín de desafíos. “El aumento en la pérdida de bosque, a propósito de que vamos a rendir cuentas sobre la fauna y flora terrestre. Y el hecho de que las Corporaciones Regionales Autónomas (CAR) ubicadas en las regiones más deforestadas son las que tienen menos recursos. O que la madera que se comercializa en el país es ilegal y que en las casi 24 millones de hectáreas protegidas sí estén realmente protegidas”, comentó Santiago Arango, coordinador Asuntos Ambientales del Ministerio de Ambiente.

Pero el reto no es sólo ambiental. “Esta agenda es un cambio de paradigma, porque la sostenibilidad está integrada por tres dimensiones: la económica, la ambiental y lo social. No hay un modelo único para transformar el país, ni el mundo, consideró Claudia Vásquez, directora de Asuntos Económicos, Sociales y Ambientales de la Cancillería.

Para ello, aseguran los expertos, hay que cerrar las brechas territoriales. “Hay municipios que no tienen actualizados sus planes de ordenamiento territorial, ni herramientas, ni datos para evitar futuros Mocoas. Como es el caso de San Vicente del Chairá”, denunció Arango.

Esos datos del territorio, justamente, son los que “darán las respuestas diferenciales. “Hay que ponerlos en uso y desde ellos buscar nuevas soluciones a través de la interrelación de políticas públicas y actores de la agenda, utilizando la cooperación como punto catalizador. Porque si trabajamos meta por meta va a ser imposible que alcancemos a cumplir las 169 de la agenda”, sostuvo Inka Mattila, directora adjunta para Colombia del PNUD.

Lo que haría falta entonces es liberar datos, según Fredy Rodríguez, director del Centro de Pensamiento para el Desarrollo Sostenible (Cepei). Información que dé cuenta de cómo se están implementando los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el país y que toda la ciudadanía pueda emplear. De otro modo, sentenció Vásquez, “el planeta no va a permitir que podemos vivir aquí de la manera en que lo estamos haciendo”.

Tomado de: Periódico El Espectador

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