Un impresionante inventario biológico en la nueva zona de ampliación del Parque Nacional Chiribiquete encontró 1.676 especies, entre las que se encuentran 32 posibles nuevas especies para la ciencia.

Gracias a la entrega de las armas por parte de los excombatientes de las FARC que controlaron la zona del Chiribiquete, entre Meta y Guaviare, desde los años 80, la ciencia por fin pudo entrar a explorar las maravillas de ciertas zonas que no habían sido documentadas en casi 400 años de diarios de campo por exploradores y etnobotánicos maravillados.

Es el caso del rio Itililla, en Calamar (Guaviare); el río Tunia (entre La Macarena, Meta, y Calamar, Guaviare, dentro del resguardo Yaguara Chiribiquete), y en el río Yarí (San Vicente del Caguán, Caquetá).

La riqueza de anfibios fue de 53 especies, y a pesar de que no se registraron especies amenazadas, el estudio es explícito en decir que toda la información que se recolectó es importante, porque hay un profundo desconocimiento sobre esta parte de la Amazonia colombiana. De hecho, cuatro especies son nuevas para la ciencia, aunque aún no han sido descritas.

En cuanto a mariposas diurnas, se identificaron 293 especies, el 9 % de toda la diversidad del país. También se registraron 62 nuevas especies para la Amazonia colombiana y siete nuevos registros para el país. También se colectaron 181 individuos de arácnidos.

En mamíferos se registraron 30 especies. Especialmente abundantes fueron las lapas, los manaos, los cerrillos y las dantas, todas especies importantes en la Amazonia, sobre todo dentro de los rituales de cacería. Aunque parezca extraño, los científicos vieron dantas gordas, de buen tamaño. Esto indica una baja presión de caza, pues este mamífero es muy vulnerable a la sobre explotación dadas sus bajas tasas reproductivas.

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