Raúl Tovar Rocha tomó una decisión radical en su vida. Poner en la balanza la estabilidad laboral con el amor por su huerta: “una de dos, o me dedico a jornalear o me dedico a la huerta y tome la segunda opción de dedicarme a la huerta”, dijo.

Raúl vive en la vereda El Rodeo del municipio de La Calera a 2.900 msnm, con su esposa y sus dos hijas de 8 y un año y medio de edad, en una finca de 3 fanegadas. Trabajaba en una empresa de seguridad, pero decidió no renovar el contrato porque tenía la inquietud de continuar con sus cultivos en vista de que le ha ido muy bien y trabajando no se le facilitaba cosechar oportunamente.

 “En la finca tenemos huevo campesino y pollitos en aumento alimentados con maíz, hierba de la huerta, suero del queso, calabaza, de todo lo que producimos”, cuenta Raúl, feliz, durante el recorrido por su finca, en donde funcionarios de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR verificaron los criterios de sostenibilidad basados en temas ambientales, sociales y económicos, y evaluaron su vinculación a la estrategia de Negocios Verdes de la CAR.

Mientras se avanza en medio del frío, se siente la mezcla de olores y colores de sus frutales, aromáticas, la implementación de hortalizas con plántulas, legumbres y un sin número de alimentos cultivados con abono orgánico, él mismo que prepara, siendo este un punto favorable al ser comercializados los sábados y domingos en el mercado campesino de La Calera.

“Espero conocer cómo se puede trabajar con la CAR, qué planes tiene con uno de campesino, nosotros desconocemos estos temas, la idea es darse uno a conocer y poder trabajar mancomunadamente”, manifestó.

Adicionalmente, Raúl realiza el control de plagas con productos naturales, y contó que otro punto fuerte de su finca es la recuperación de semillas nativas “empezamos con pocas semillas de chuguas, cubios, papa criolla, papa tradicional, arvejas, habas, cereales”.

Su finca no solo está dedicada a la producción amigable con el ambiente, pues mientras avanza en su proyecto productivo, Raúl protege un cuarto de fanegada donde mantiene asilada la reserva, ha cercado algunos cauces para su cuidado, y con ganas de trabajar con más árboles.

“La idea es poder sacar el sustento protegiendo el medio ambiente”, dijo Raúl, quien refleja con sus palabras y acciones, que el trabajo en el campo deja sus frutos, siempre y cuando se realice de forma responsable con el entorno natural.

Tomado de: Sala de prensa CAR 

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