La organización criminal extraía especies del Amazonas, La Guajira, Orinoco, Venezuela y Ecuador para luego venderlas en Colombia y países de Centroamérica. Comercializaban desde pericos, hasta boas, caimanes, mantis y tarántulas.

Una operación desarrollada por la Sijín de la Policía y la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) permitió desarticular una red internacional dedicada al tráfico ilegal de animales silvestres.

Así lo reveló la Policía Metropolitana de Cali, tras precisar que la investigación en la que participó el Grupo de Protección Ambiental y Ecológica de la institución duró seis meses. En los allanamientos, que se realizaron en dos predios rurales ubicados en los municipios de Palmira y Jamundí, fueron capturadas tres personas, señalados del presunto delito de tráfico ilegal de fauna silvestre.

Como se recordará, en Colombia la comercialización, movilización y tenencia ilegal de cualquier especie silvestre está catalogado como un delito ambiental, penalizado por la Ley 1333 de 2009, con multas que pueden ascender a 3.600 millones de pesos y hasta con 108 meses de cárcel.


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