El primer estudio transfronterizo de este felino, realizado en el Corredor de conservación Napo-Putumayo, en la zona de frontera entre Colombia, Ecuador y Perú, determinó que las áreas protegidas y los territorios indígenas son claves para conservar la población del mamífero más grande del continente. La pérdida del hábitat es la mayor amenaza que enfrentan los jaguares actualmente, debido a que requieren de grandes extensiones de territorio para sobrevivir. El desarrollo de infraestructura, la expansión de las actividades agrícolas y ganaderas, y la pérdida de vegetación son factores que siguen degradado y fragmentado su hábitat.
Teniendo en cuenta estas problemáticas, un estudio reciente sugiere que tanto las áreas protegidas como los territorios indígenas cumplen un papel determinante en el mantenimiento de vertebrados terrestres en los bosques tropicales, como el jaguar. Estas zonas sirven de refugios para especies amenazadas, como el gran felino. Este estudio fue realizado por científicos de WWF Colombia, Ecuador y Perú junto a investigadores locales y comunidades indígenas. Su trabajo surgió ante la necesidad de conocer la población de jaguar en Amazonia, específicamente en el corredor fronterizo Napo Putumayo, que comparten los tres países. Esta es la primera investigación poblacional de jaguar dentro de un parque nacional en Perú (Parque Nacional Gueppi Sekime) y uno de los primeros en tierras indígenas y áreas protegidas de Ecuador y Colombia (Reserva Faunística de Cuyabeno y Resguardo Indígena Predio Putumayo, respectivamente). Se trata de un trabajo minucioso que duró dos años y acaba de ser publicado en la revista Global Ecology and Conservation.
Tomado de: Diario El Espectador

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