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La tecnología japonesa está basada en el bosón de Higgs, que ha permitido la recuperación de un 80% del afluente hídrico.

 Son dos kilómetros de intervención aguas arriba de la desembocadura del río Ubaté sobre la laguna de Fúquene, en donde es posible evidenciar la recuperación del tramo donde se hizo la instalación de dispositivos de biorremedación a los dos costados del afluente hídrico con base a la tecnología conocida como bosón de Higgs.

Gracias a esta intervención, que consiste en la instalación de dispositivos conectados a cada lado del río para generar una malla de energía entre sí, permitiendo que el bosón se active en el perimetro, y por lo tanto, realizar el tratamiento de los componentes contaminantes, como aguas residuales, industriales y saturación por material vegetal acuático, permite que  el ecosistema se regule, dentro de un proceso que busca el equilibrio del ecosistema.

Carolina Caviedes profesional de la Fundación Cultura Preciosa, entidad que instaló los dispositivos, explicó que el río Ubaté fue seleccionado por los efectos de saturación con sedimentos y lodos, siendo una de las vertientes que genera mayores descargas sobre la laguna de Fúquene.

“La malla de energía de activación del bosón, tiene un área de activación de 50 kilómetros hacía la atmosfera y 50 kilómetro hacía el núcleo de la tierra. Donde el bosón trasforma la saturación contaminante que posee el río, permitiendo que por medio de la tecnología se genere el  equilibrio en el ecosistema”, indicó la vocera institucional.

La implementación de la tecnología se continuara implementando en varios tramos del río Ubaté, en los primeros kilómetros del nacimiento del río Suárez, y en varios ríos y quebradas de la región, teniendo en cuenta que las expectativas de funcionamiento y resultados positivos han sido superadas.

Los dispositivos de biorremedación que ayudan la descontaminación y destoxificación de los contaminantes químicos  presentes  en  un  ambiente determinado  se han realizado varias zonas del país, en Boyacá el nivel de recuperación es del 98% sin uso de químico o material adicional.

 

Tomado de: Corporación Autónoma  Regional de Cundinamarca.

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