Cuando en cualquier lugar del mundo alguna persona reciba como regalo un ramo de flores colombianas, es posible que sean flores cultivadas en Cundinamarca, en el municipio de Funza, exactamente en la  empresa YASA S.A.S. Con seguridad, esa flor cumple con todo el proceso industrial que la convierte en un regalo respetuoso con el medio ambiente.

a  empresa genera 170 empleos y ha entendido que cualquier proceso productivo debe minimizar o en lo posible eliminar cualquier impacto al medio ambiente. Por eso fue escogido dentro del programa de Benchmarking de la CAR, que busca ejemplos de trabajo ambiental en las empresas para mostrarlo a otros empresarios del sector.

Así las cosas,  decidimos emprender un viaje que concluiría con el conocimiento detallado de los procedimientos industriales para una producción de orden sostenible. Fuimos recibidos por Johana Gómez Lopez, jefe de Gestión Ambiental y líder del proceso de compost de la empresa; Guillermo Flórez, director de Producción, Esperanza Ramos del  departamento de Gestión Humana, la Ingeniera Alejandra Guateque del área de laboratorio y otros miembros del área técnica y administrativa de la empresa. El recorrido inició junto a otros 15 empresarios de flores del sector, emocionados por conocer un proyecto de compostaje que innovó todos los procesos de pre y post cosecha de una industria como esta.

Hasta el 2015 era un problema la recolección y disposición de los residuos de producción como soca, desbotone, poscosecha y residuos de bancos de propagación. A través del programa Agendas Ambientales, comenzaron a visionar una salida ecológicamente sostenible al tema. Fue así como inicialmente con una máquina manual se comenzó a moler este material para volverlo compostaje. Si bien comenzó a dar resultados, El procedimiento demostraba demoras y la producción superaba el proceso. Poco a poco mejoraron la técnica hasta llegar al moderno sistema  que hoy les permite procesar 7  toneladas semanales.

A lo largo de la visita, se logró observar como todo el material  sobrante es colocado en unas palanganas colgantes y a través de un sistema de cable, viaja cubierto en un recorrido de 1200 metros hasta el sitio de disposición, donde una maquina  desbrozadora adaptada a un tractor forma pilas de este material que es ordenado y marcado. Cada pila es sometida luego a un proceso de aplicación de hongos y bacterias, controles de pH y conductividad eléctrica, hasta que  quede en óptimas condiciones para volver al proceso productivo de la flor, bien sea en bancos de propagación o en camas de producción.

Es verdaderamente agradable y estimulante ver este proceso y especialmente el amor y la dedicación que tantos directivos y operarios demuestran en cada paso y el orgullo  con que muestran el proceso.

Pero no solo es  este sistema el que hace  de  esta empresa un ejemplo. Desde hace algún tiempo se vincularon al plan Padrinos del Humedal de la CAR, para proteger el humedal ‘La Florida’ en el tramo que corresponde al Territorio CAR, donde realizaron la reforestación del lindero y la protección de un tramo del espejo de agua, trayendo de regreso diversidad de fauna como tiguas, monjitas, curíes de humedal, comadrejas etc.

Al terminar la visita, quedó la alegría y la satisfacción de saber que existen empresas como YASA, donde la inversión tiene un alto componente ambiental y social, no solo para prodigar un buen clima laboral en sus operarios y personal administrativo, sino en estas prácticas y  experiencias que muestran cómo se puede hacer empresa sin causar daños en la naturaleza.

Tomado de: Corporación Autónoma Regional Cundinamarca CAR

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