Las amenazas para la supervivencia del jaguar
van en aumento. El comercio ilegal y la caza furtiva se han incrementado en los
últimos años debido a una demanda creciente de sus colmillos en el mercado
asiático. Esta situación, sumada a la pérdida de su hábitat, está acelerando el
riesgo de amenaza de extinción para la especie.
Un panorama sombrío para el felino más grande de la región.
Por ello, el Perú ha solicitado ante Convención sobre el Comercio Internacional
de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres que se reconozca al jaguar
como la especie bandera de los países de América en los que habita y que,
además, se adopten medidas especiales para proteger a esta especie.
“Queremos que el jaguar sea visible ante el mundo y que los
países donde existe el comercio ilegal se sumen a esta campaña para luchar
contra el crimen organizado”, sostiene Jessica Gálvez-Durand, directora de
Gestión Sostenible del Patrimonio de Fauna Silvestre, del Servicio Nacional
Forestal y de Fauna Silvestre de Perú (Serfor), institución que ha presentado
la propuesta de resolución ante la CITES.
Entre las medidas formuladas se consideran la adopción de
leyes y controles para eliminar la caza furtiva del jaguar y el comercio de sus
partes; prohibir la venta y adquisición de estas, incluido el comercio en
línea; aumentar la fiscalización y los vacíos legales y establecer una red de
cooperación transfronteriza entre los estados en los que aún habita la especie,
entre otras acciones. “Una resolución aprobada por CITES sería vinculante para
todos los países que forman parte de la Convención, pues deben cumplir con este
acuerdo. En el caso del jaguar, tener una disposición específica, permite tener
una base legal para sustentar normas nacionales en cada país”, comenta
Gálvez-Durand.