Con el ánimo de aumentar las acciones pertinentes al desarrollo de los proyectos de eco sostenibilidad que se adelantan desde hace más de tres años en el municipio de Jerusalén, Cundinamarca, la Universidad Nacional y la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR, firmaron un convenio de cooperación para establecer una relación de intercambio orientado a mejorar y aumentar las tecnologías eco eficientes con las que se cuenta.

La primera acción conjunta consistirá en la instalación de una central hidroeléctrica, de tamaño relativo a las proporciones de la zona, que cumplirá una doble misión: generar energía y contribuir con la desinfección del agua que consumen los habitantes de la vereda La Victoria, que suman casi 200 personas.

Posteriormente y pensando en dinamizar los proyectos educativos de la Institución Departamental del casco urbano, se instalará un refrigerador solar, con el propósito de apalancar los proyectos productivos de elaboración y venta de helados y refrescos, por parte de los estudiantes de últimos grados, fomentando el emprendimiento y la asociatividad.

Para el mejoramiento de suelos, se implementará el sistema ‘Biochart’, llevado a pequeñas parcelas, donde la mezcla de diferentes materiales orgánicos, generados a partir de la compostera con la que cuenta el municipio, se aportará a la generación de siembras y cultivos que permitirán el autoabastecimiento alimenticio, así como el flujo económico del municipio.

Finalmente, se implementarán tres tipos nuevos de Biodigestores, de los cuales, uno de tipo semi industrial, será alimentado con aguas las residuales del municipio.  A los ya instalados por la CAR, se les realizará un proceso de optimización, que permitirá contar con mediciones de cantidad y calidad del gas producido.

El director del Laboratorio de Investigación e Innovación Ambiental de la CAR, Edwin García, se dirigió a esta alianza como “la oportunidad de crear un intercambio de experiencias, en que la academia brinde conocimiento específico en tecnología y medio ambiente, mientras transfiere el conocimiento a la comunidad, para que los proyectos continúen su curso”.

Es de resaltar que para todas las tecnologías y herramientas que se adaptan en Jerusalén, las autoridades, los estudiantes, comerciantes y todos los gremios, reciben un proceso de capacitación y adaptación, que asegura tanto la apropiación del conocimiento, como su permanencia en el tiempo.

Tomado de: Sala de prensa CAR

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