En todo el proyecto de investigación participan 12 habitantes de la isla, quienes aportarán sus conocimientos nativos. Esta es la cuarta expedición que se realiza a la reserva. FOTO CORTESÍA ARMADA

Con el fin de conocer las riquezas y las amenazas ambientales y geográficas de una de las islas que estuvo en disputa por Nicaragua en el litigio en La Haya hace cinco años y que no mide más 40 kilómetros cuadrados; un grupo de 51 científicos se embarcaron la semana pasada en la expedición Seaflower, la más grande que se realiza en el país.

El viaje está compuesto por dos buques: el “ARC Roncador” y el “ARC 20 de Julio”, un helicóptero naval, dos lanchas, un zodiac, 87 tripulantes, 51 investigadores científicos pertenecientes a 30 instituciones, 11 personas de apoyo logístico en los campamentos, 9 profesionales de las comunicaciones y 12 habitantes del cayo Serranilla.

Este trabajo académico se realiza con el fin de monitorear la isla desde el punto de vista de la geología, la biología, la física, la biotecnología y la geografía. Y aunque se ha dicho que una de las amenazas directas del lugar es la pesca indiscriminada, solo hasta finales de octubre se conocerán los detalles de lo que hay en la isla, su estado y las propuestas para su conservación.

El almirante Juan Manuel Soltau, director de la Comisión Colombiana del Océano, explicó que esta expedición es fundamental no solo para la ciencia, “sino también para ejercer soberanía”, al explicar que entre las instituciones que están participando están la Armada, Colciencias, Coralina, la Gobernación de San Andrés y otras 26 que además de encargarse de recopilar la información, son las que están financiando el sostenimiento de sus investigadores en la isla.

El comandante de la Armada, vicealmirante Ernesto Durán, destacó que este tipo de expediciones le ayudan a sus hombres a conocer las bondades del mar, además de realizar un trabajo conjunto que les permita “reducir la criminalidad en el mar, optimizar el mantenimiento de la vida humana en este agreste medio y lograr el desarrollo sostenible que el país busca con su territorio marino de 928.660 kilómetros cuadrados”.

Indicó que dispuso que el Comando Específico de San Andrés y Providencia sea quien esté dirigiendo de cerca los aspectos operacionales de esta expedición.

Cabe anotar que la importancia de este trabajo radica en que desde el pasado 10 de noviembre de 2000, el archipiélago de San Andrés fue declarado Reserva de Biosfera (ver recuadro) por el Programa del Hombre y la Biosfera de la Unesco. Desde ese entonces hace parte de la Red Mundial de Reservas de este sistema.

Esta es la cuarta expedición que se realiza en el país en este tipo, dentro del Plan Nacional de Expediciones Científicas. La primera fue en 2014 a cuatro islas: Alburquerque, Roncador, Serrana y Quitasueño. En 2015 los científicos visitaron solamente la isla de Roncador, el siguiente año fueron a Serrana y este año están en Serranilla. Las expediciones a la reserva irán hasta 2023.

Fuente: Periódico El Colombiano

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